Tours Privados en Lisboa

Lisboa, capital de Portugal. Una ciudad histórica con muchas historias que contar. Donde la gastronomía se dedica a definir más de mil formas de cocinar el adorado bacalao. Una capital auténtica, donde se cruzan costumbres ancestrales e historia secular con animación cultural e innovación tecnológica: Lisboa no tiene edad, pero le encanta la compañía. Como podrá constatar en cuanto encuentre a alguien que le explique, con muchos gestos y repeticiones, el mejor local para ir a escuchar Fado. A fin de cuentas, Lisboa es famosa por su hospitalidad y por la forma familiar de recibir a sus visitantes.
Lisboa le recibe con un rico patrimonio cultural que sigue creciendo día tras día. Descubra el legado de los pueblos que habitaron la ciudad a lo largo de los siglos y el homenaje que le rindieron los artistas. Sumérjase en la atmósfera del río y el Fado, disfrute de todas las peculiaridades que hacen que Lisboa sea única. Es una ciudad que ha recibido, muchas y diferentes culturas venidas de lejanos parajes a lo largo del tiempo, todavía hoy se siente un ambiente rústico en cada barrio histórico. Podemos recorrer la cuadrícula de calles de la Baixa Pombalina que se abre al Río Tajo en la Praça do Comércio y siguiendo el río, conocer algunos de los lugares más bonitos de la ciudad: la zona de Belém con monumentos del Patrimonio Mundial como la misma Torre que lleva su nombre y el Monasterio de los Jerónimos. Conozca sus barrios medievales y también las zonas de ocio más recientes o contemporáneas, como el Parque de las Naciones.

Conocerá los sitios más emblemáticos de Lisboa en un vehículo privado con chofer. Su chofer y guía experto en la historia y cultura de la ciudad, le recogerán en su hotel o sitio deseado para comenzar su tour privado. El horario de comienzo es también adaptable a su deseo personal.
No dude en contactarnos, le ayudaremos a coordinar una propuesta a su medida.

Monumentos y atracciones turísticas imprescindibles de Lisboa:

    • Torre de Belém: Situada en el estuario del Tajo, es una antigua construcción militar y sirvió inicialmente como torre defensiva para proteger Lisboa, aunque posteriormente su misión se relegó a la de convertirse en uno de los faros de la ciudad y el centro aduanero. La Torre de Belém, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es uno de los monumentos más sobresalientes de Lisboa y símbolo de un país volcado hacia el mar y el descubrimiento del mundo.
    • Monasterio de los Jerónimos de Belém: A orillas del Tajo, es el apogeo de la arquitectura manuelina. En este monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se destacan especialmente las fachadas, la iglesia y los claustros. En la fachada sur se puede admirar el portal elaborado por João de Castilho, en el que las figuras están dispuestas según una jerarquía específica: en la parte inferior, el Infante D. Henrique guarda la entrada, en medio, la Virgen de Belém bendice el monumento y el Arcángel San Gabriel, protector de Portugal, remata el arco. El portal occidental, por el que se entra al espacio sagrado, es una creación de Nicolau Chanterenne. A la izquierda, protegida por San Jerónimo, se encuentra la estatua del rey Manuel, que se considera un retrato fiel y a la derecha, la de la reina D.ª María, su esposa, protegida por San Juan Bautista.
    • Monumento a los Descubrimientos: Con 52 metros de altura, es un monumento erigido en el barrio de Belém en 1960 para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique “El Navegante”. Una gigantesca carabela de piedra blanca con sus velas desplegadas se alza sobre el cielo de Lisboa, una monumental escultura realizada para conmemorar la época de oro de la historia de Portugal. En la parte norte del monumento, en el suelo hay el dibujo de una gran rosa de los vientos sobre un mapamundi flanqueado por sirenas y navíos, que refleja las rutas que siguieron los antiguos descubridores. Se trata de un regalo de Sudáfrica en el momento de la construcción.
    • Centro Cultural de Belém: Es uno de los mayores iconos de la Lisboa moderna. Proyectado por Manuel Salgado y Vittorio Gregotti, fue colocado en un espacio privilegiado.
      Su arquitectura moderna contrasta con los grandes iconos de la Lisboa antigua. Si pasas de los Jerónimos al Centro Cultural, cruza siglos de historia en pocos pasos.
      El Centro Cultural es uno de los espacios más buscados por lisboetas y visitantes para aprovechar la relación con el río, ya que sus jardines y terrazas ofrecen los mejores espacios públicos de la ciudad. Con auditorios, museos, exposiciones y grandes eventos, es un polo cultural que gusta a todos los que lo visitan.
    • Castillo de San Jorge de Lisboa: Es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Lisboa. Situado en el centro histórico, en la cima de la colina de San Jorge, la más alta de Lisboa. El nombre actual se debe a la devoción a San Jorge, patrón de los caballeros y de las cruzadas realizadas por la orden de D. João I en el siglo XIV. Hacia el año 1450, el castillo se convirtió en una de las residencias reales.
      Durante la visita, descubre las dos partes en las que se divide el castillo, el antiguo castillo morisco y el más reciente palacio real. Aunque la mayor parte del palacio fue destruido en el terremoto de Lisboa de 1755, un proyecto de renovación, desarrollado en la década de 1920, permitió que el castillo llegara hasta nuestros días prácticamente con su aspecto original. El complejo cuenta con 11 torres, entre las que destacan la Torre del Homenaje, la Torre del Archivo, la Torre del Palacio, la Torre de la Cisterna y la Torre del San Lorenzo.
    • Elevador de Santa Justa: Es una de las formas más rápidas de llegar de La Baixa Pombalina al Chiado. Al igual que los tranvías, no es sólo un medio de transporte sino que se ha convertido en una atracción turística de Lisboa.
    • Catedral de Lisboa: Comúnmente conocida como la Sé de Lisboa, con más de 800 años es la iglesia más antigua y la más importante de la ciudad. Su construcción data del siglo XII y su estilo predominante es el Románico.
    • Parque Eduardo VII: Impresionante y obligatorio: el mirador del parque Eduardo VII ofrece una vista amplia sobre el valle que conduce a la Baixa de Lisboa. El parque Eduardo VII tiene el mirador más monumental de Lisboa. Con una vista deslumbrante de los jardines del parque, a la estatua del Marquês de Pombal y a Avenida da Liberdade. Termina en el río Tajo, en la orilla sur y, en días de buena visibilidad, la sierra de Arrábida. También aquí está el monumento al 25 de Abril creado por el escultor João Cutileiro, y una bandera nacional impresionante. Por las vistas y la ubicación del parque, este mirador tiene caraterísticas diferentes. Permite ver todas las colinas con su suave bajada, y entrever la inmensa Lisboa que existe más allá de la zona histórica. Vale la pena pasear por los jardines, del arquitecto Keil do Amaral, 1945, y apreciar los dos paseos en calzada portuguesa que reciben a la Feria del Libro de Lisboa todos los años. Siéntase un poco portugués en este punto desde donde puede observar lo mejor de Lisboa.
    • Plaza del Comercio: Uno de los lugares emblemáticos de Lisboa es la Praça do Comércio. Más conocida como Terreiro do Paço, ya que era la zona del Paço da Ribeira hasta el terremoto de 1755, es una de las mayores plazas de Europa. La plaza permite acceder a varios puntos de interés. Los eventos en el Patio de Galé; las panorámicas del Cais das Colunas; y la descubierta interactiva de la ciudad en el Lisbon Story Centre son algunos de los motivos para admirar la belleza de la plaza.
    • Acueducto de las Aguas Libres: Este enorme monumento con grandes arcos se encuentra próximo a Alcânara, y es un imponente complejo de captación y distribución de agua.
      El acueducto fue construido entre 1740 y 1748 por D. João V sobre un antiguo sistema de captación de aguas romano con el objetivo de recoger y transportar agua potable hasta la ciudad de Lisboa. Nada más que se terminaron sus obras de construcción fueron añadidas decenas de fuentes por toda la ciudad.
    • Estufa Fría de Lisboa: Se encuentra en el Parque Eduardo VII, uno de los jardines botánicos más bonitos de Lisboa. La Estufa Fría es un jardín botánico compuesto por un invernadero sin sistema de calefacción, de ahí su nombre.
      Este jardín cuenta con cerca de 1,5 hectáreas que se dividen en tres áreas diferentes: Un invernadero frío, otro caliente, y otro dulce.
    • Glória Funicular: Es la mejor manera de subir de la Baixa al Bairro Alto para llegar a la cima. Une la Baixa al Bairro Alto, o más concretamente, la Praça de los Restauradores al Mirador de São Pedro de Alcântara. Este funicular transforma una gran subida en un momento romántico. Fue inaugurado en 1885, aunque no pasó a ser eléctrico hasta 1915, pero mantiene sus características iniciales.
    • Palacio Nacional de Ajuda: Este palacio, construido en la primera mitad del siglo XIX en estilo neoclasico, fue elegido para residencia de la Familia Real portuguesa cuando D. Luís I (1838-1889) se convirtió en rey de Portugal y se casó con una princesa italiana, Dña. María Pia de Sabóia (1847-1911). Constituye un ejemplo típico de una residencia real del ochocientos que, además, presenta una importante colección de artes decorativos (platería, pintura, escultura, mobiliario, tapicería, cristales, porcelanas, etc.). El Palacio Nacional de Ajuda suele ser sede de ceremonias oficiales y actos solemnes de la Presidencia de la República.
    • Pasteles de Belém: El famoso Pastel de Belém están en todo el país, pero la receta original proviene de la fábrica de pastel de Belém en 1837, que se encuentra en el barrio de Belém, y de la que deriva el nombre. Los pasteles de Belém son una de las especialidades típicas de la repostería portuguesa y uno de los principales souvenirs que se puede llevar de Portugal. Su enorme fábrica y salón de café son una visita turística imprescindible del barrio de Belém.
    • Convento do Carmo: El imponente templo de estilo gótico, dedicado a Nuestra Señora del Monte Carmelo, fue construido en 1389 según trazado de Gomes Martins. A pesar de las dificultades de construcción en este lugar, D. Nuno lo eligió por su identificación con el Monte Carmelo en Palestina y por el hecho de que era ésta una colina opuesta a la del Castillo, donde se situaban el Palacio Real y la Catedral.
      El terremoto de 1755 y un incendio posterior destruyeron el convento. El espacio fue acondicionado como sede de la Asociación de Arqueólogos Portugueses, que establecieron aquí el Museo Arqueológico do Carmo. En el museo podemos encontrar piezas relacionadas con la historia de la ciudad, desde la Prehistoria hasta la Edad Media, y un valioso expolio de tumularia y heráldica medieval.
    • Museo Nacional del Azulejo: El museo se encuentra instalado en el antiguo Convento de la Madre de Dios. Fundado en 1509, permite hacer un viaje por la historia del azulejo, desde el siglo XV hasta la actualidad. El Museo Nacional del Azulejo es uno de los más importantes museos nacionales, por su colección singular, el Azulejo, expresión artística diferenciadora de la cultura portuguesa, y por el majestuoso edificio en el que se encuentra instalado.
    • Museo Calouste Gulbenkian: Inaugurado en 1969, el Museo alberga la notable colección particular de Calouste Gulbenkian. El edificio fue construido según los conceptos más modernos de la arquitectura museológica, en estrecha armonía con el parque que lo rodea. El recorrido por el Museo incluye los núcleos de Arte Egipcio, Arte Grecorromano, Arte Islámico, Pintura Europea y la notable colección de piezas de orfebrería de René Lalique.
    • Puente 25 de Abril: Uniendo las dos orillas del estuario del río Tajo, se extiende casi 2 km de longitud y conecta Lisboa con la margen sur del Tajo.
    • Arco de la Rua Augusta: Construido tras el terremoto de Lisboa de 1755, el Arco da la Rua Augusta fue un esfuerzo que simbolizó el nacimiento de una nueva ciudad. Subiendo a la parte superior, desde la terraza-mirador se pueden ver las esculturas de Célestin-Anatole Calmels y saborear al máximo las increíbles vistas de 360° del puerto y más allá.
    • Santuario Nacional de Cristo Rey: Es uno de los monumentos religiosos más espectaculares que se puede encontrar en Portugal y especialmente en el área metropolitana de Lisboa. Esta edificación está situada a una altitud de más de 110 metros sobre el nivel del río Tajo, que consta de un pórtico de 75 metros de altura diseñado por António Lino. En la parte más alta de la misma encontramos una estatua del Redentor obra de Francisco Franco de Sousa, frente a Lisboa, de unos 28 metros.
    • Panteão Nacional: Ubicado en la zona histórica de Santa Clara, ocupa el edificio originalmente destinado a la iglesia de Santa Engrácia, que alberga las tumbas de grandes figuras de la historia portuguesa. Fundado en la segunda mitad del siglo XVI, el edificio fue completamente reconstruido a finales del siglo XVII con proyecto del arquitecto João Antunes. Aunque nunca se abrió al culto, bajo la cúpula moderna, conserva el majestuoso espacio de la nave, amenizado por la decoración de mármoles de colores, característica de la arquitectura barroca portuguesa. Elemento de referencia en el perfil de la ciudad y que ofrece puntos y vistas privilegiadas sobre el casco histórico de la ciudad y el río Tajo, está catalogado como Monumento Nacional.
    • Museo Nacional de Arte Antiguo: Es considerado como uno de los museos de arte de los siglos XII al XIX más importantes de Portugal. Alberga la más relevante colección pública del País: pintura, escultura, orfebrería, artes decorativas, de la Edad Media hasta el siglo XIX, incluyendo el mayor número de obras clasificadas como “tesoros nacionales”.
      Destacan en el acervo del museo los Paneles de San Vicente, de Nuno Gonçalves, obra maestra de la pintura del siglo XV, la Custodia de Belém, de Gil Vicente, mandada labrar por D. Manuel I, los Biombos Namban, registro de la presencia de los portugueses en Japón, las Tentaciones de San Antón, de Bosch, ejemplo máximo de la pintura flamenca del siglo XVI.

Tours por los alrededores de Lisboa:

    • Tour Privado al Palacio de la Pena desde Lisboa. Es un castillo romántico terminado en 1854. Está situado en la cima de una colina sobre la ciudad de Sintra y se puede divisar fácilmente desde Lisboa en un día claro. Este monumento nacional, conocido por sus características arquitectónicas y su amplio parque forestal.
      El emplazamiento del Palacio da Pena era una capilla medieval dedicada a Nuestra Señora de la Pena hasta que el rey Manuel I ordenó la construcción de un monasterio que fue donado a la Orden de San Jerónimo. Sin embargo, en el siglo XVIII, quedó muy dañado por el gran terremoto de Lisboa. Afortunadamente, la capilla consiguió salvarse sin arruinarse en absoluto, lo que sorprendió al rey de Portugal, Fernando II. El rey decidió entonces adquirir el monasterio y sus alrededores para construir lo que hoy vemos como el grandioso Palacio de Pena.
    • Tour Privado al Castelo dos Mouros desde Lisboa. Este castillo medieval fue construido sobre una antigua fortificación árabe, abandonada por sus defensores en el siglo XII ante la aproximación del ejército de D. Afonso Henriques durante la Reconquista y la fundación de Portugal.
      Su enorme perímetro, recortado y con grandes desniveles, hacía que el castillo fuese prácticamente impenetrable ya en su época. Además de su fantástica implantación paisajística, tiene un gran efecto escénico.
    • Tour Privado al Palacio y Quinta da Regaleira desde Lisboa. Muy cerca del centro histórico, la Quinta da Regaleira es uno de los parajes más enigmáticos de Sintra.
      El Palacio fue construido a principios del s. XX por el millonario Antonio Augusto Carvalho Monteiro (1848-1920) que consiguió materializar aquí uno de sus sueños, con la ayuda del arquitecto paisajista Luigi Manini. Envuelto por una frondosa vegetación, el palacio da Regaleira es un descubrimiento fascinante.
      El Palacio fue construido en estilo romántico historicista recuperando formas arquitectónicas y decorativas góticas, manuelinas y renacentistas, mezcladas con simbología mítica y esotérica. Destaca especialmente la Capilla de la Santísima Trinidad que permite bajar a la cripta y, también, bajar por una escalera en espiral al monumental pozo iniciático donde el visitante atraviesa una gruta que le conduce hasta un sorprendente lago situado en el medio de los jardines.
    • Tour Privado al Palacio Nacional de Sintra desde Lisboa. Ejemplo único de los palacios reales medievales en Portugal, el Palacio Nacional de Sintra es un símbolo del pueblo.
      Desde las primeras dinastías, Sintra fue el enclave predilecto de los reyes portugueses, aunque el palacio que vemos actualmente se deba a la iniciativa de D. João I, que lo reconstruyó, y de D. Manuel I, que lo enriqueció y edificó una ala más.
      Vale la pena visitar el interior, donde se puede conocer un poco de la historia de Portugal. La decoración tiene gran valor, combinando varios estilos artísticos al gusto de los reyes que aquí vivieron, y se adoptó para dar nombre a las distintas dependencias: la Sala de los Cisnes, la Sala de los Blasones, la Sala de las Urracas y la Capilla.
      Podemos encontrar una pequeña historia del azulejo en Portugal, desde los ejemplares hispanoárabes traídos por D. Manuel hasta los paneles en azul y blanco característicos del s. XVIII. En el exterior, sobresalen de forma relevante las dos grandes chimeneas cónicas de la cocina, con 33 metros de altura, un símbolo adoptado por Sintra.
    • Tour Privado al Cabo da Roca, Boca del Infierno y Praia do Guincho desde Lisboa. Si va a Sintra, no puede perderse una visita al punto más occidental de la Europa Continental, el Cabo da Roca.
      Situado a una latitud de 38º 47´ al norte y una longitud de 9º 30´ al oeste, el Cabo da Roca es una coordinada importante para los que navegan a lo largo de la costa, ya que es el punto más occidental del continente europeo continental, hecho que se demuestra en el certificado que los visitantes se llevan de recuerdo.
      A casi de 150 m del nivel del mar, el lugar ofrece unas vistas completas de la Serra de Sintra y la costa, que hacen que la visita valga la pena. Está integrado en el Parque Natural de Sintra-Cascais y es uno de los motivos de interés de los recorridos pedestres que se pueden hacer a lo largo de la costa.
      Integrada en el Parque Natural de Sintra-Cascais, la Playa do Guincho cuenta con un entorno paisajístico de gran belleza, donde las dunas de arenas blancas contrastan con las laderas de la Sierra de Sintra, que se divisan al fondo.
      Por estar expuesta a los vientos intensos y poseer fuerte oleaje, esta playa es muy buscada por los practicantes de bodyboard y surf. Durante el verano, debido al viento Norte que se deja sentir, Guincho es excelente para la práctica de windsurf.
      Desde el bonito mirador de Boca do Inferno, disfrutarás de unas inmejorables vistas, contemplando como las olas rompen contra la costa. Visitando este magnífico rincón natural de Cascais, conocerá la leyenda de amor que esconde el nombre Boca do Inferno además de adquirir un recuerdo de su paso por este idílico lugar en los mercadillos artesanales que encontrars en sus alrededores.
    • Tour Privado al Alentejo desde Lisboa. Viajando a través de las llanuras de trigo dorado y pasando por bosques de alcornoques, olivos y viñedos, llegaremos a Évora, conocida como “ciudad-museo”. Évora es una hermosa ciudad medieval amurallada e histórica, que ofrece un impresionante patrimonio arquitectónico y artístico, desde la época romana hasta la época gótica y barroca. El centro histórico de Évora fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1986. Explore este extraordinario lugar, visitando el Templo Romano, dedicado a la diosa Diana, la iglesia de San Francisco y la Capilla de los Huesos. Aproveche para pasear por las estrechas calles del centro, donde las casas blancas muestran la influencia árabe, y para admirar las típicas artesanías de corcho, cerámica y cobre.
      A continuación, visitará Reguengos de Monsaraz, que ha sido declarada ciudad europea del vino en 2015. Aquí podrá disfrutar de una visita y una degustación de vinos en una de las mejores bodegas de la zona. Además, irá a San Pedro do Corval, que es muy conocido por su gran industria de alfarería artesanal. Podrás visitar una de esas fábricas y aprender la artesanía de la cerámica.
    • Tour Privado a Fátima y el Occidente Portugués desde Lisboa. En primer lugar, visitará Fátima, que se encuentra a solo 1 hora y 20 minutos de Lisboa. Su guía turístico privado le contará la historia de este maravilloso sitio, donde sentirá la energía especial que tiene este lugar. La siguiente parada es Cova da Iria, la gran plaza donde se reúnen los peregrinos, que es dos veces más grande que la plaza de San Pedro en el Vaticano. Visitará las casas de los pastorcillos que tuvieron el encuentro con la Virgen María; Francisco, Lucía y Jacinta.
      Después de eso, continuaremos hacia la región de Portugal occidental. Visitará lugares fantásticos como Nazaré, Óbidos y dos sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Monasterio de Batalha y el Monasterio de Alcobaça.
      Nazaré es uno de los pueblos pesqueros más famoso de Portugal, conocido mundialmente por su enorme fenómeno de olas. Nazaré tiene la ola más grande surfeada y registrada del mundo, una ola de 30 metros en Canhão da Nazaré.
      El Monasterio de Santa Maria de Alcobaça, fue fundado en el siglo XII por el rey Alfonso I. Su fundación está relacionada con el inicio de la monarquía portuguesa.
      Finalmente, visitará Óbidos una ciudad amurallada, que tiene casas pintadas tradicionales y calles estrechas y empedradas. Óbidos tiene una extensa historia, un castillo imponente y una muralla maravillosamente conservada.
Torre de Belém de Lisboa

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