Tours privados en Portugal

Portugal, situado en el extremo sudoeste de Europa y a pocas horas de cualquier capital europea, Portugal atrae a visitantes de todas partes del mundo.
Encontrará una gran diversidad de paisajes a corta distancia, muchas actividades de ocio y un patrimonio cultural único, donde la tradición y la modernidad se conjugan en armonía. La gastronomía, los buenos vinos y el pueblo hospitalario completan la oferta turística de calidad que encontrará.
Portugal es considerado como “Un maravilloso jardín junto al océano”. Este país ha sabido conjugar la belleza de sus paradisíacas playas y sus ciudades cosmopolitas con un interior rural y tradicional. ¡Descubra el encanto de este país!

Tours Privados en Portugal

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La historia y el pasado de Portugal ha dejado una herencia diferente en cada región. Además, las diferencias en cuanto a la situación geográfica y al relieve de cada zona hacen posible que cada una posea su propia identidad.

Son más de 90.000 km² los que forman la superficie de este país situado en el suroeste del viejo continente. Al ocupar gran parte de la costa atlántica de la Península Ibérica, Portugal continental cuenta con una costa muy extensa, que supera los 1200 kilómetros, a la que se añaden las costas de las Azores y Madeira.

Portugal está distribuido en siete regiones turísticas:

Porto y Norte
Portugal nació en la región Porto y Norte, en la que, en el siglo XII, los portugueses se convirtieron en un pueblo y en una nación. La Región Norte de Portugal tiene una gran importancia histórica y cultural. El Norte de Portugal está repleto de montañas y parques naturales salpicados de castillos, como el de Guimarães, por lo que es una lugar idóneo para realizar turismo de naturaleza. El lugar por excelencia para realizar ecoturismo es el Parque Nacional Peneda Gerês, pero la región cuenta con varios parques naturales en los que es fácil divertirse en contacto con la naturaleza, tales como el Parque Natural Litoral Norte, el Parque Natural do Alvão o Parque Natural de Montezinho.
Esta región también destaca por albergar hermosas ciudades que han sabido conservar la escala humana, tales como Viana do Castelo, Vila Real, Lamego o la propia Braga.
Pero la ciudad más importante y considerada la capital del norte es Oporto. Oporto, es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO de visita obligada, mundialmente conocida por el Vino de Porto. Esta ciudad se encuentra en una excelente ubicación para explorar los pueblos y villas del norte del país y mucho que ofrecer, ya que cuenta con un patrimonio que sabe combinar la antigüedad de sus iglesias y monumentos históricos, como la Catedral (Sé de) o la Iglesia de San Francisco, con la contemporaneidad de edificaciones tan icónicas como la Casa da Música o el Museo Serralves.

Centro de Portugal
La Región Centro de Portugal es tierra de contrastes desde la costa hasta la Serra da Estrela, sus paisajes invitan a disfrutar de su rica oferta termal, practicando deportes o simplemente recorriéndola. Desde los macizos montañosos y las aldeas de granito del interior, hasta localidades pesqueras y playas cosmopolitas en las que los deportes náuticos marcan el día a día. En estos lugares podrá practicar una gran cantidad de actividades deportivas, tales como escalada, piragüismo, rappel, rafting o senderismo.
Esta región cuenta con varias ciudades que gozan de un rico patrimonio que la UNESCO no dudó en incluir como Patrimonio Mundial de la Humanidad, como es el caso del Monasterio de Alcobaça, el Monasterio de Batalha, el Convento de Cristo en Tomar o la Universidad de Coimbra.
Pero la Región Centro cuenta con otros lugares con características únicas que merece la pena visitar, las aldeas históricas como Piódão, la ciudad amurallada de Óbidos, la ciudad universitaria de Coimbra, Aveiro con sus hermosos canales; Fátima, uno de los principales puntos religiosos del país; Viseu, Guarda o el centro histórico de Trancoso.
Entre las montañas destaca la Sierra da Estrela, el punto más alto de Portugal, con paisajes repletos de naturaleza y lagos glaciares. También son conocidas las sierras de Açor, Lousã y Caramulo, todas ellas repletas de senderos pedestres y ciclovías que discurren entre la naturaleza.
El interior está repleto de río y lagos que dan lugar a refrescantes playas fluviales rodeadas de bosques; mientras que el litoral ofrece villas con encanto que cuentan con playas tan conocidas como Nazaré o Peniche, que son el sueño de los aficionados al surf.
En cuanto a gastronomía en esta región destacan los quesos, las calderetas de pescado y lechón asado al horno y la repostería conventual.

Región de Lisboa
La capital de Portugal tiene mucho que ver y ofrece un sin fin de actividades durante cualquier época del año. Aunque Lisboa domina la región, el área circundante alrededor de las orillas del río Tajo son dignas de una visita. Otro atractivo popular es Sintra, que es famoso por los hermosos castillos y palacios que salpican las cimas de las colinas y montañas de la ciudad. La belleza natural de la región es de nuevo diversa desde lo alto de las montañas se puede ver la hermosa costa que es el hogar de populares pueblos balnearios como Cascais y Setúbal.
Un lugar encantador es el Parque Natural de Arrábida, que tiene un paisaje impresionantemente hermoso. Acantilados escarpados, playas desoladas y colinas cubiertas de bosques se asoman al Atlántico. La región de Lisboa tiene mucho que ofrecer, ¡No deje de visitarla!

Alentejo
El Alentejo es la región con mayor superficie de todo Portugal. Aunque Alentejo es en su mayoría rural en cuanto a su aspecto, la región alberga una amplia gama de paisajes, ya que las colinas onduladas, las granjas, los campos y los bosques constituyen la mayor parte de su encantador paisaje. El Alentejo está repleto de acogedores aldeas encaladas, pueblos con un gran encanto como Monsaraz y auténticas ciudades medievales como Évora; capital del Alto Alentejo. Una ciudad museo rica en historia y gastronomía, que es Patrimonio Mundial de la UNESCO. Estremoz, Elvas, Marvão, Beja, Serpa, Mértola, Castelo de Vide o Moura también son dignas de un paseo por sus calles.
En sus tierras hay un sinfín de herencias de tiempos y civilizaciones pasadas, ya que goza de un rico patrimonio en el que destacan impresionantes castillos, iglesias visigodas, fragmentos de construcciones romanas e incluso grabados del paleolítico. El Alentejo prehistórico era un lugar especialmente activo, y en su paisaje actual también podrá observar numerosos megalitos.
En cuanto a gastronomía, destacan los platos tradicionales como el Porco a la Alentejana (cerdo con almejas), los quesos, el mariscos y los buenos vinos.

Algarve
El Algarve es sinónimo de turismo de sol y playa y la región más famosa en Portugal, su excelente clima cálido y sus espectaculares arenales llaman a turistas de todo el mundo para disfrutar de unas hermosas vacaciones. Tradicionalmente, las ciudades y pueblos de la región se han dividido en Barlavento en el oeste y Sotavento en el este.
Además de todos los fabulosos deportes acuáticos, paseos en bote y tours para observar delfines que ofrece la región, hay algunos senderos para caminatas y senderos para bicicletas de montaña que serpentean a lo largo de la costa.
Los diferentes pueblos y ciudades que forman parte del Algarve le trasladarán a lugares realmente mágicos, en sus preciosos cascos históricos, movida vida nocturna y extraordinarias playas.
Faro, capital del Algarve desde 1756, que también es la puerta de entrada para quien llega en avión, nos recibe en su sala de estar, el Jardín Manuel Bívar, el lugar en el que todo pasa con vistas al puerto de recreo, la ría Formosa y el mar.
Otros lugares principales que tiene para descubrir son Vilamoura y Albufeira, animadas y deslumbrantes; Lagos, con su maravillosa arquitectura que cuenta la historia de la ciudad y hermosas playas; Faro, la capital de la región que le atraerá con sus impresionantes murallas; Portimão y algunas de las mejores playas del Algarve.
El Algarve también es famoso por su gastronomía. La región ofrece una gran variedad de restaurantes en los que podrá deleitar los platos más típicos del lugar, como la cataplana o los grelhados que son carnes y pescados elaborados a la parrilla.

Madeira
En el medio del Atlántico, las islas de Madeira y de Porto Santo son un refugio de belleza natural. Madeira, a menudo llamada la “Isla Jardín” o la “Perla del Atlántico”. Es un destino perfecto para unas vacaciones en un entorno idílico, repleto de paisajes escalofriantes, con enormes acantilados, y valles y montañas repletas de vegetación. Madeira con una excelente carta cultural, así como una rica tradición vinícola cuyos vinos son conocidos en todo el mundo. Entre el azul del mar y el verde esmeralda de la vegetación destaca el exótico colorido de las flores, en un archipiélago en el que dos tercios de su superficie son área protegida y en el que se encuentra el mayor bosque de laurisilva del mundo.
Funchal, capital de la Región Autónoma de Madeira y situada en la costa sur de la isla, en una bella bahía con el mismo nombre. Tuvo su primer foral a mediados del siglo XV, estando el origen de su nombre en el funcho, término portugués para hinojo, hierba aromática muy común en esta región. Quien visita Funchal no queda indiferente ante su belleza y la hospitalidad de su gente. Son muchos los lugares para visitar en esta ciudad con más de 500 años de existencia y, algunos, son realmente para no perdérselos…
Nada mejor que un viaje en teleférico para observar mejor la belleza de la ciudad y su entorno, pudiendo optar por el teleférico que conecta el Monte con el Jardín Botánico o con el centro de la ciudad. Una vez en el Monte, es obligatorio dar una vuelta en el “carro de cesto”.

Azores
En la inmensidad azul del Atlántico, la madre naturaleza creó una tierra repleta de belleza natural y que espera a que la exploren: el archipiélago de las Azores.
Entre sus 9 islas, ofrece campos exuberantes, lagunas legendarias y sobrenaturales; una arquitectura paisajística que asciende de la costa al interior en grandes y caprichosos arcos montañosos.
Al este, en la isla de Santa María, las playas son cálidas y de arena clara, y los viñedos que cubren las laderas dispuestas en anfiteatro recuerdan a escaleras para gigantes. São Miguel, la mayor isla, cautiva por sus lagunas de Sete Cidades y de Fogo. La fuerza que emana de la tierra se deja sentir en los géiseres, en las aguas termales calientes y en los lagos volcánicos, así como en el sabroso “cocido de Furnas”, que se cocina lentamente en el interior de la tierra.
En el Grupo Central, las islas Terceira, São Jorge, Pico, Faial y Graciosa se disponen armoniosamente en el mar azul en el cual rondan ballenas y delfines que hacen las delicias de los visitantes. Terceira habla de la historia en sus fiestas y también en Angra do Heroísmo, catalogada como Patrimonio Mundial. Faial es el fresco azul de las hortensias, el puerto deportivo coloreado por las pinturas de los navegantes llegados de todo el mundo y el volcán de Capelinhos que, ahora inactivo, recuerda a un paisaje lunar. Enfrente, Pico, la montaña que nace del mar con sus viñedos plantados en negros campos de lava, un cultivo único y que también está considerado Patrimonio de la Humanidad. En São Jorge, destacan las fajãs y su queso, especialidad única y de sabor inconfundible. Graciosa de nombre y de apariencia, esta isla verde tiene campos cubiertos de viñas que contrastan con sus peculiares molinos de viento.
En el Grupo Occidental, en la isla de Flores, nos deslumbra la belleza de las cascadas naturales y de las lagunas excavadas por volcanes. Corvo, la isla miniatura, tiene en su centro una amplia y bella caldera y atrae a varias especies de aves venidas no solo del continente europeo sino también del americano.
Estas son las Azores. Nueve islas, nueve pequeños mundos, que tienen tanto en común como de diferente, pero en las que la todos sus habitantes comparten su simpatía.